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viernes, 24 de abril de 2015

GELSA,LA VIDENTE OCULTA





La mayoría de la gente anda por la vida casi sin saber adónde va a llegar.
Solo unos pocos deciden el destino de todos. Solo unos pocos mueven los hilos de la humanidad, pero  a su vez  y equilibrando apenas la situación, existen otros  como Gelsa que  han nacido con la intuición desarrollada.
Así va Gelsa, sobreviviendo cada día, llena de premoniciones y sobresaltos antes de que ocurran las cosas. Difícil vida que otros como ella también llevan sobre sus hombros.
Hoy despertó con varios mensajes para enviar  y uno a uno  fueron llegando los destinatarios sin que ella intentara comunicarse.
Ayer vio llegar a sus parientes antes de que llegaran y acomodó las cosas porque sabía que el diluvio iba a comenzar.
Sabe que mañana  las relaciones entre los compañeros de vida se harán más ríspidas, porque el virus del egoísmo tiene  campo fértil en esta sociedad de individuos insensibilizados por la tecnología.
Gelsa se mira al espejo… y ve su rostro en el  futuro. Gelsa se sienta a conversar… y sabe lo que dirán todos y cada uno de los presentes.
Ella sabe lo que el destino le ha preparado.
Pero nunca podrá dimensionar cuánto su influencia ha contribuido a que los hechos sucedan así, como ella ha predicho.-


MARITA


De niña fue una alumna modelo, concurriendo a una escuela modelo.
Tanto insistió su madre en el tema de ser cumplidora en la escuela, que fue una de las cosas que más aprendió en la vida.
Quiso ser hija modelo, y lo hizo hasta donde su lógica le alcanzó.
Quiso ser esposa modelo y madre de las mejores y lo hizo tanto como las circunstancias se lo permitieron.
La mayor parte de su vida consideró que lo más importante de su cuerpo era el cerebro y también los ojos.
Tarde se da cuenta Marita,  que también otras cosas eran esenciales.
Y ahí anda sin cintura y arrastrando las piernas, y el cerebro un poco chueco también, para no desentonar.
Le gustaba cantar, pero  las cuerdas vocales de tan poco usarlas, se le volvieron desafinadas.
Le gustaba bailar…pero solo su  alma bailaba con ritmo en todas las fiestas, hasta que se cansó de bailar así tan virtualmente, y entonces, ahora, no va más a las fiestas.
Los años le han dejado un gran susto por todo, la reacción  desaforada ante cualquier cosa, los reflejos exaltados y la memoria olvidada de los detalles.
El tiempo se ha vuelto un chicle  para Marita. A veces se estira mucho, otras se pasa rápido.
De tanto vivir sola entre las multitudes, Marita se cansó y prefiere confinarse. Su casa se volvió una fortaleza donde da vueltas y más vueltas en un circuito interminable.

Sueña  la Marita
 que ordena y ordena,
 y que vuelve a ordenar.
Que provee , ordena
 y no puede hablar.
Sueña que se embarca y lleva valijas,
 pero no se anima a desembarcar.
Sueña con las playas,
sueña con los mares
las arenas tibias
y  los olivares.
La Marita sueña
y en sus sueños ama
con todas sus ganas
con toda su alma.
Un hombre de humo
la espera en la playa…
Caricias y besos,
abrazos sin lágrimas.
Entonces Marita
pronto el alma apaga:
no puede, no debe
dejar su atalaya.-

sábado, 18 de abril de 2015

AUGUSTO



Flaco, tímido y  callado, fue el menor de una familia numerosa que siempre pasaba  inadvertido.
Solía jugar solo, y apartarse completamente  de los demás. Sus mejores amigos eran los gatos y los perros con quienes se llevaba muy bien. Con los demás era casi inexpresivo.

Morocho y finito, pero proporcionado. La nariz un poco aguileña  y  el pelo abundante y duro, hacían que tuviera una belleza rara que coincidía con sus  modales delicados y su vestimenta siempre perfecta.

Augusto creció sin dar trabajo a sus padres, siendo obediente y respetuoso con sus mayores, tragándose las bromas pesadas  y las burlas de sus compañeros por ser tan diferente a los demás y en cuanto terminó el bachillerato, se fue a estudiar la carrera que consideró más apropiada para contribuir al bienestar de la sociedad, donde más lejos pudo ...y  donde siguió siendo tan solitario y tan amigo de los gatos y de los perros como siempre.-