miércoles, 11 de noviembre de 2009

¿Qué se ama cuando se ama?

Texto inspirado en  la lectura del poema
 “¿Qué se ama cuando se ama?”
Del escritor chileno Gonzalo Rojas. Contra la muerte.1964


Estabas pensando que estabas enamorada.
Tan enamorada todavía.

Él te dijo-No vaya a ser que lo tuyo sea pura ilusión, mirá que yo puedo ser una construcción mentirosa de tu mente.
Temblaste…El alma se te helaba: si él no era lo que pensabas, nunca había existido ese amor que creías de los dos.
Para que hubiera amor, tenía que haber dos, ¿no?
¿Qué es eso de que uno ama y el otro no?
¿Puedo amar sin ser amado?
Claro que puedo,
pero entonces el amor es un espacio oscuro, triste, agobiante, pequeño y cerrado,
un sitio de uno solo.
¿Puedo amar de una manera que el otro
 no comprenda ?
¿Puedo amar en un estilo que el otro no necesite?
Entonces también nos sentiremos habitando un espacio en tinieblas.

A él le seguía pareciendo que no era él en realidad lo que vos amabas.

¿Qué se ama del otro?
¿La cercanía del cuerpo por las noches? ¿El sonido de sus pisadas?
¿El aroma? ¿La exigencia de sus manos?
¿La inteligencia de sus actos? ¿El aguante en los días difíciles?
¿Y qué pasa si él no se reconoce en tu mirada?
¿O si se reconoce pero baja los ojos
como quien baja una persiana?

Entonces se te ocurrió preguntarle
en qué momento había empezado a sentir miedo: de vos,
de tus intuiciones,
de tus pronósticos que se cumplían,
miedo de  su pedestal desvaneciéndose lentamente.
Pero no se lo preguntaste porque no hacía falta.
Hacía bastante tiempo que no era necesario decir nada.
Vos pensabas que él ya lo sabía.
El creía que vos ya lo sabías.
Y los dos tenían miedo, un miedo profundo de perderse en la cueva de las incomprensiones,
de los desencuentros, de los desengaños.

Entonces …
¿Qué amás cuando lo amás?
¿La costumbre? ¿La seguridad? ¿El esfuerzo?
¿La paciente construcción de la filigrana de la vida?
¿Los nexos sagrados de los hijos? ¿El sexo?
¿La posesión del otro? ¿La presencia del otro?
¿La debilidad, el cansancio, las frustraciones,
 los silencios, las palabras a destiempo…?
¿Qué amás cuando lo amás?



Para mis compañeros del Taller Literario dirigido por  Cristina Loza
Bea Candiani ,7 de noviembre, 2007
Imagen:L'Indifferente. www.crochetdoll.net

domingo, 1 de noviembre de 2009

Carta a quien le importe





Un día verás que lo que te digo es verdad.
Ahora  tienes los ojos cerrados y los oídos negados.
Te resistes a ver los caminos que facilitan el tránsito por la vida
y que podrían ayudarte y ayudarnos.
No quiero que llores mañana
sentado en la tumba de tus ilusiones,
como muchos  de mi edad y más jóvenes,
lo hacen ahora.
Nada se hace sin esfuerzo,
ni siquiera en esta era tecnológica
donde se ponen en marcha otras voluntades
y otros esfuerzos.
Escucha…Te lo digo…
Muchas veces por día
se presentan  situaciones que debemos  afrontar,
que percibimos como grandes montañas
imposibles de ascender.
Sin embargo, aunque parezca una tarea irrealizable,
la actitud es comenzar  el ascenso con un solo instrumento:
un poco de voluntad,
un poco de querer hacerlo.
Sí: en el camino de ascensión
encontrarás muchas piedras que te harán tropezar,
el corazón se cansará
y  seres insoportables  aparecerán desde los lugares menos pensados
para acobardarte diciendo: ¡No tienes fuerzas! ¡No sirves para nada!
Pero habrá también manos que se extenderán hacia ti
para auxiliarte, para protegerte.
Y las dificultades se irán resolviendo una a una
y pronto el paisaje irá adquiriendo una claridad inusitada.
Entonces te comenzarás a decir: ¡Ah que bien se ve desde aquí!
y comenzarás a pensar:¡No creía que iba a ser capaz de lograrlo!
¡No hubiera podido imaginar tanta fuerza dentro de mi cuerpo y de mi alma!
-comenzarás a percibir
con alegría.

Creo y te digo
que en estos tiempos, 
muchos, demasiados niños y jóvenes
no han podido descubrir este secreto.
Hay quienes se las ingenian para que no lo hagan
y para que se vuelvan ignorantes que creen saberlo todo.
Existen muchos mecanismos para mantenerte anestesiado,
y no hace falta que te los enumere,
tu inteligencia te permitirá descubrirlos uno por uno.
Porque de eso no te falta…
algunas de tus  inteligencias ya han brotado 
y necesitan el medio propicio para desarrollarse.
Algunos te dirán cuáles son…Otros tratarán de que no las desarrolles.
No caigas en la trampa.
Ni permitas que te inmovilicen.
Por favor. Por tu bien y el de todos.
No lo hagas.