Salgo a tomar aire y no hay aire.
El calor es agobiante
adentro y afuera como si todavía estuviera el sol.
Las estrellas brillan más esta noche. Es que se ha cortado
la energía eléctrica en toda la ciudad.
Sin aire acondicionado, sin ventilador… el calor pesa
toneladas sobre la cabeza.
Las gotas de transpiración se hacen gotones y comienzan a correr por el medio de mi espalda. Ya no
soporto más… ni la solera.
De pronto siento una punzada en el oído. Mi tímpano me
avisa, sin piedad, que va a cambiar el
tiempo.
Un olor a tierra volátil va llegando.
¡Al fin!
Con la
tierra, llega el viento sur.
Imagen: Obra de Zaya ·"Doll" con intervención digital de Bea Candiani
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