domingo, 1 de noviembre de 2009

Carta a quien le importe





Un día verás que lo que te digo es verdad.
Ahora  tienes los ojos cerrados y los oídos negados.
Te resistes a ver los caminos que facilitan el tránsito por la vida
y que podrían ayudarte y ayudarnos.
No quiero que llores mañana
sentado en la tumba de tus ilusiones,
como muchos  de mi edad y más jóvenes,
lo hacen ahora.
Nada se hace sin esfuerzo,
ni siquiera en esta era tecnológica
donde se ponen en marcha otras voluntades
y otros esfuerzos.
Escucha…Te lo digo…
Muchas veces por día
se presentan  situaciones que debemos  afrontar,
que percibimos como grandes montañas
imposibles de ascender.
Sin embargo, aunque parezca una tarea irrealizable,
la actitud es comenzar  el ascenso con un solo instrumento:
un poco de voluntad,
un poco de querer hacerlo.
Sí: en el camino de ascensión
encontrarás muchas piedras que te harán tropezar,
el corazón se cansará
y  seres insoportables  aparecerán desde los lugares menos pensados
para acobardarte diciendo: ¡No tienes fuerzas! ¡No sirves para nada!
Pero habrá también manos que se extenderán hacia ti
para auxiliarte, para protegerte.
Y las dificultades se irán resolviendo una a una
y pronto el paisaje irá adquiriendo una claridad inusitada.
Entonces te comenzarás a decir: ¡Ah que bien se ve desde aquí!
y comenzarás a pensar:¡No creía que iba a ser capaz de lograrlo!
¡No hubiera podido imaginar tanta fuerza dentro de mi cuerpo y de mi alma!
-comenzarás a percibir
con alegría.

Creo y te digo
que en estos tiempos, 
muchos, demasiados niños y jóvenes
no han podido descubrir este secreto.
Hay quienes se las ingenian para que no lo hagan
y para que se vuelvan ignorantes que creen saberlo todo.
Existen muchos mecanismos para mantenerte anestesiado,
y no hace falta que te los enumere,
tu inteligencia te permitirá descubrirlos uno por uno.
Porque de eso no te falta…
algunas de tus  inteligencias ya han brotado 
y necesitan el medio propicio para desarrollarse.
Algunos te dirán cuáles son…Otros tratarán de que no las desarrolles.
No caigas en la trampa.
Ni permitas que te inmovilicen.
Por favor. Por tu bien y el de todos.
No lo hagas.




No hay comentarios: